Las democracias y su crisis, Quo Vadis Democracia. La responsabildad de las izquierdas

Escribí este texto, sin publicar, hace algunos meses, me atrevo a actualizarlo mínimamente y entregarlo a la discusión. Espero vuestros comentarios, sugerencias, críticas. En algunos casos decidí no agregar comentarios de sucesos que ocurrieron posteriormente al primer borrador.

Quizás se pudiese pensar en que es banal hablar de democracia y de la responsabilidad de las izquierdas, creo que no es el caso. El que algunos políticos y compañeros pongan en duda la carta presidencial de Danel Jadue, por apoyar el PC la soberanía y la no injerencia en países como Cuba o Venezuela, deslegitimaría al PC, a los compañeros de Chile Digno y al Alcalde Daniel Jadue. No se podría llegar con ellos a acuerdos programáticos o en torno a una candidatura presidencial porque la postura antes mencionada “no sería compatible con la democracia”

En este texto quiero referirme al porqué generalizar en forma académica sobre el concepto democracia tiene poco sentido, valga aquí mencionar que si buscamos en Google “definiciones de democracia” encontraremos algo más de 12 millones! Deslizaré, además, algunas opiniones sobre lo que yo considero una profunda crisis de la democracia en sí. Respuestas desde una posición progresista de izquierda a la crisis de la democracias en un intento por mejorarla o profundizarla es una necesidad, ya que teniendo mucho de imperfección la democracia sigue siendo la mejor forma de gobierno conocida .

Las democracias y su crisis, Quo Vadis Democracia

A partir de la última elección en España y la fracasada investidura (en primera instancia) de la fuerza más votada en la última elección, pero con carencia de mayorías parlamentaria, y con manifiesta incapacidad para generarlas, y teniendo en cuenta las declaraciones de Camila Vallejos y Karol Cariola en torno a los límites de los compromisos con la derecha y el gobierno, en la discusión por una nueva constitución en Chile, se generó una intensa discusión sobre el concepto democracia. No faltan los compañeros que partiendo de una “definición” convierten el concepto DEMOCRACIA en algo unívoco aplicable a toda sociedad y esto independientemente de su momento histórico o su coyuntura internacional.

En mi opinión es un error de envergadura. Si deseamos encontrar un concepto aplicable universalmente se recurre por lo general a una elección entre millones de conceptualizaciones, un ejercicio académico que a nada nos conduce salvo a una interminable discusión sobre cuál pudiese ser el concepto más incluyente.

La democracia como concepto, es solo una representación mental y por ende subjetiva construida a partir de la categorización de que lo que pensamos son cualidades comunes a ella, las cualidades que se abstraerán subjetivamente creando una idea o concepto.

La conceptualización de un fenómeno equis, en este caso la democracia, DEBEN tener un carácter dinámico, cambiando de acuerdo a la experiencia y comprensión de la realidad que cada uno tenga, y del contexto histórico-político donde nos estemos moviendo o queramos analizar. Nuestro acercamiento será en la mayoría de los casos a partir de una posición académica, siempre desde la subjetividad de las experiencias e incluso a partir de las necesidades materiales, intelectuales o políticas que cada uno tenga o haya internalizado.

El tema del contexto histórico. Hablamos de democracia cuando hablamos de la grecia antigua donde las decisiones las tomaba la asamblea de ciudadanos sin incluir ni mujeres ni esclavos, la mayoría de los habitantes, ni extranjeros, la democracia romana no era muy distinta, las tribus germanas practicaban un asambleísmo donde el guerrero de mayor fortaleza se imponía. Hablamos de democracia de nobles en los siglos 17 y 18 donde la nobleza empezaba a limitar el poder del rey pero donde las clases desposeídas eran excluidas de toda participación.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano el 26 de agosto de 1789 profundizará la idea de democracia pero ella seguirá siendo limitada.

Hablamos de democracia en los años 20 sin tener las mujeres el menor derecho político.

Occidente “democratiza” a los países árabes imponiéndoles un modelo ajeno a sus rasgos culturales con la típica supremacía y arrogancia del capitalismo desarrollado.

Hablamos de democracia presidencial indirecta (USA) donde un grupo de representantes “compromisarios de los estados federados” elige al presidente y esto independientemente de que estos “delegados electorales” representen o no a la mayoría de votantes a nivel nacional. En la última elección presidencial Hillary Clinton recibió 3 millones de votos más que Trump pero Trump fue elegido por tener una mayor cantidad de “delegados electorales” en el colegio electoral. Hoy la “mayor democracia de occidente” enfrenta un escandaloso conflicto. Trump se encierra en la casa blanca negándose a entregar el gobierno al presidente elegido.

Hablamos de democracia representativa como en Alemania donde los parlamentarios elegidos deciden en el parlamento quien será el jefe del gobierno. En este caso pudiese ser que el electorado vote a un partido pensando en un tipo de coalición, propuesta por los partidos antes de la elección, pero los partidos decidan otro tipo de coalición.

Hablamos de democracia hoy y nos estamos refiriendo a estructuras de gobierno profundamente diferentes. Otro par de ejemplos

En Grecia el partido más votado recibe un bono de 50 diputados, un regalo para “asegurar gobernabilidad” Este tipo de elección acaso no cercena uno de los elementos constitutivos de la democracias, la capacidad de influencia y de control de las mayorías por las minorías? En EEUU vota un 45 % de la población y la ley electoral como he planteado anteriormente permite que la minoría obtenga más delegados electorales y termine gobernando. En Alemania partidos con menos de 5% no tienen representación parlamentaria, en sistemas binominales se premia a las dos grandes mayorías etc.

La democracia es la forma de gobierno dominante en nuestros tiempos pero no es ajena a enfermedades infantiles o serán seniles? que la limitan e incluso en muchos casos la anulan. Ejemplos son la plutocracias tan extendida en Latinoamérica, los poderes fácticos, el meta poder mediático son sin duda limitantes de democracia

Por qué muchos se olvidan de todo esto cuando hacen comparaciones de democracia con otros estados? Hasta donde nos manipula la propaganda de la clase dominante?

Creo que cuando intentamos conceptualizar el tema democracia, por lo general lo hacemos, insisto, desde un academicismo de poco sentido, asumiendo o creando conceptos como verdades absolutas. Pienso que es preferible definir los caracteres de la democracia, aplicándolos a cada sociedad y su momento histórico, este ejercicio nos permitiría un análisis de las falencias de la democracia en cada estado y además un acercamiento, desde cada subjetividad, al tema de que estados se acercarían más a Io que consideremos nuestro ideal democrático.

¿Cuáles pudiesen ser algunos de los caracteres que nos pudiesen explicar el “grado” de democracia existente en una sociedad?

  1. La capacidad para producir, permitir, una real alternancia en el poder
  2. Qué el país tenga una idea, una identidad de país, un proyecto común de desarrollo
  3. La existencia de minorías en condiciones de controlar a las mayorías, respeto y apoyo de las minorías por la mayoría
  4. Una sociedad educada políticamente con capacidad de empoderamiento
  5. Estructuras de gobierno coherentes con el desarrollo del país, soberanía, independencia de las naciones más poderosas
  6. Políticos independientes de las estructuras económicas
  7. Poderes del estado con capacidad de controlar a los otros poderes
  8. Derechos humanos (educación, trabajo, vivienda, salud, igualdad de oportunidades, acceso a la información)
  9. El ejercicio de la justicia transparente e independiente, solo ligada a la aplicación de la ley
  10. Alto grado de responsabilidad civil (participación ciudadana en la toma de decisiones, voto, plebiscitos etc.)
  11. Descentralización del poder haciendo a la ciudadanía fácil el acceso a la administración pública
  12. Libertades públicas, de expresión y organización y de rechazo a políticas no compartidas por la mayoría
  13. Fuentes de información independientes: No ligadas al gobierno de turno y menos a grupos económicos. La información como bien social no debería ser un producto y por ende vendible y comprable.
  14. Rendición de cuentas. La obligación de los líderes electos a responder por sus decisiones políticas en forma regular y no solo al finalizar un mandato electivo
  15. Respeto de todas las instituciones del estado a los derechos humanos
  16. Interculturalidad, respeto a las minorías culturales
  17. Respeto a todas las identidades de género

Seguramente hay otros parámetros que se pudiesen o debiesen incluir.

Si miramos las categorías mencionadas. ¿Cuáles sociedades son más o menos democráticas?

Aquellas que “aseguran” la alternancia, alternancia dominada por los medios de comunicación, en sociedades con pésima educación y donde los medios de comunicación actúan en cohecho con las grandes empresas? ¿Un estado que privatiza el agua? ¿Un estado donde si robas por hambre tienes condenas de cárcel y si lo haces por mezquindad o sencillamente porque el modelo económico “obliga” a maximizar las ganancias te envían a hacer un curso de ética? o un estado bloqueado internacionalmente pero con población con salud, sin mayores problemas de hambre pero quizás con problemas de alternancia? La respuesta es complicada y dependerá de la subjetiva posición que cada uno asuma.

La respuesta nunca será unívoca estamos frente a distintas sociedades, con distintas culturas, situaciones internacionales diferentes, incluso distintas formas de entender la democracia. Al no poder ser unívoca hay que tener cuidado y responsabilidad al momento de criticar la posible falta de democracia en algunos estados

La respuesta a este ejercicio será siempre a partir de la subjetividad.

Aquellos que saben de hambre y de familiares fallecidos por escasez de salud pública apostarán por la segunda variante. Los que no hayan conocido de esto, hayan podido estudiar sin dificultades, sepan de comer todos los días, no hayan tenido a una madre alimentándolos trabajando como empleada, se pueden dar el lujo de no dar importancia a estos temas, ellos apostarán por la “alternancia en el poder” sin fijarse, que en el fondo, ella es muy limitada.

Pienso que tan importante como el ejercicio planteado es discutir sobre la profunda crisis en que las democracias, independientemente de a qué paradigma le demos más importancia, se encuentran en su peor crisis histórica.

A continuación un texto escrito hace unos meses.

Qué está pasando con las democracias y la responsabilidad de las izquierdas

La política y por ende la democracia desde los años 80 se ha convertido en un producto más (neoliberalismo), en el quita y pone de la oferta y demanda en el mercado político (Anthony Downs, “teoría económica de la democracia”). Esta “libre competencia” es definida en definitiva por las cúpulas de los partidos creándose un sistema elitista de competencias.

Así como en el mercado del sistema capitalista altamente desarrollado se tiende a monopolizar la gestión política. Los partidos o conglomerados políticos dominantes funcionan como las grandes empresas posicionándose en nichos de mercado, ofreciendo productos poco diferenciados, quizás solo delimitados por el tipo de promoción, o marketing publicitario. Se intenta mantener cautivos vía emociones por ejemplo temores (Branding emocional) a parte de la clientela política subestimando, en la venta a corto plazo, el desarrollo de ideas o paradigmas sustentables de futuro.

Pasa a ser más importante la venta y el posicionamiento en el aparato estatal que la verdadera representación de los intereses de los actores sociales que se pretende representar. El branding emocional de dudoso éxito cambia de acuerdo a la situación concreta, miedo a la escasez, miedo a la inmigración, miedo a la calle, miedo al comunismo, miedo a romper o extender la legalidad existente etc

El vacío de representación o de ofertas de verdadero interés y la saturación de propuestas cortoplacistas y por ende poco atractivas llevan a la democracia a dos situaciones peligrosas.

La primera y en mi opinión la más grave, el rechazo por una gran parte de la ciudadanía del “hacer política” el rechazo a los partidos e instituciones sociales, incluida la iglesia, los sindicatos. Las elecciones con votaciones de menos de un 50% se hacen común.

La segunda situación, y no es de extrañar, es el irrumpir de alternativas, por lo general populistas en especial a la derecha de las derechas tradicionales del escenario político (FN en Francia, , M5S en Italia, AFD en Alemania, Republicanos de Kast en Chile y hoy los grupúsculos como Krypto, Baquedano, liberales libertarios etc)

¿Cómo logran irrumpir los nuevos actores políticos en el sistema de partidos? En muchos casos con un discurso populista de bajo costo o valor (low cost) con esto se está bajando la calidad de los “productos” léase ideas que se ofrecen.

¿La alternativa?

La tarea sigue siendo el plantearnos las mismas interrogantes de siempre: desigualdad, explotación, alienación etc. y ofreciendo nuevas respuestas acordes a las transformaciones de nuestra contemporaneidad, digitalización por ejemplo, empoderamiento de las minorías de todo tipo (culturales y de género) y una profundización de las características de la democracia, un ampliar las características antes mencionadas. Ejemplos de esta profundización pudiesen ser: Plebiscitos, consultas populares constantes ante temas de relevancia mayor, asambleas comunales, participación de independientes en todo tipo de elección popular, asegurar representación proporcional de géneros y de minorías culturales, posibilidad de terminar un gobierno o parlamentarios vía elecciones antes de los plazos normales, participación de los trabajadores en los consejos directivos de las empresas, participación de los sindicatos y otros actores sociales en la dirección de medios como la televisión, elección regular y democrática de jueces, etc.

Las respuestas de hace años o la forma en que las transmitimos no convencen y no han solucionado las necesidades e inquietudes de la población hoy.

La responsabilidad de las izquierdas.

La derrota de los socialismos en la Europa del este exige una amplia discusión sobre sus razones, se hace imprescindible. La ausencia de nuevos paradigmas globales pareciera haber hundido al progresismo de izquierda en una profunda crisis de confianza, sueños e ideas.

Pareciera haber sido más fácil antes que discutir sobre las causas de la derrota y mejorar el paradigma socialista, el asumir el paradigma contrario, aquel de la sociedad de consumo neoliberal.

El abandono de gran parte de la izquierda de ideas como la contradicción de clases, asumiendo el paradigma neoliberal dejó un vacío de opciones a los sectores populares, si a esto sumamos que los postulados neoliberales son mejor vendidos por la clase dominante que los creó y desarrolla, que por los aún llamado partidos de centro-izquierda y si sumamos la relativa debilidad de los sectores más consecuentes por transmitir su mensaje de oposición al capitalismo explica al menos dos situaciones:

  1. Que los sectores populares, los pobres del país, voten más a sectores reaccionarios como la UDI que a partidos de izquierda. Esto además es típico no solo de nuestro país.
  2. Que aparezcan de tiempo en tiempo y por lo general por poco tiempo posiciones “más a la izquierda de la izquierda” Estas posiciones se decantan por general rápidamente al pasar a ser parte del establishment político-gubernamental.
  3. El que la izquierda antisistémica no haya podido encontrar formas adecuadas de transmitir nuevas respuestas a las preguntas tradicionales como el porqué de la explotación y cómo esta se manifiesta hoy, el que no haya logrado que las clases populares se convirtieran de clase en sí, en clase para sí, es decir conscientes de su rol son un vacío necesario de llenar, una obligación práctico-intelectual

Creo que se hace imprescindible en las izquierdas profundizar en la discusión sobre los siguientes tópicos

1.- El desarrollo del capitalismo ha implicado un individualismo extremo, la gente no se siente motivada a luchar en forma colectiva por sus intereses. La participación disminuye no solo en los partidos políticos sino en la iglesia, los sindicatos, las asociaciones vecinales etc. En especial los partidos políticos dejan de ser los canales para expresarse, haciéndose masiva la participación solo ante fenómenos puntuales como la crisis de vivienda en España, educación y AFP en Chile, dependencia de la UE en Grecia. Esta desmovilización es preocupante en especial en los partidos políticos por el consiguiente debilitamiento de la democracia participativa que ella conlleva. Tenemos que conseguir mayor participación de los actores sociales más allá de los partidos políticos exigiendo el respeto mutuo. Existe un individualismo que deviene en un desinterés de comprometerse formalmente en organizaciones estables, tradicionales. Como antes mencioné el escrito fue redactado en marzo del 2020, las protestas desde octubre del 2019 parecen superar esta situación, continúa el desprecio por las cúpulas políticas pero aumenta el interés en el trabajo comunal, el empoderamiento social aumenta.

2.- La falta de paradigmas globales de cambio (Revolución socialista) impulsa a los jóvenes a plantearse solo temas específicos en su lucha como: el medio ambiente, equidad de género, desarrollo sostenible, derechos humanos, solidaridad con pueblos en conflictos militares o minorías étnicas. El interés transformativo político se desplaza de lo general a lo puntual. Este tema quizás lo estamos empezando a entender con el estallido social del 18.O

3.- La falta o abandono de los referentes históricos. Los grupos emergentes no se ven representados o no poseen imaginarios de identidad como en el caso de los partidos históricos (sindicalismo, represiones, gobierno popular, lucha contra la dictadura) Curiosamente en el ADN de los jóvenes se mantienen las expresiones culturales-artísticas del pasado, cantos, música por ejemplo. La historia nunca parte de cero, debe ser nuestra preocupación reivindicar lo positivo de las luchas populares en nuestro pasado.

4.- La falta de modelos exitosos de una nueva sociedad. Creo que es normal que se tienda a encasillar, a crear modelos que ayuden en la orientación. Con la existencia del mundo socialista y las revoluciones triunfantes existía un referente orientador como alternativa al capitalismo. El quiebre, la derrota del modelo socialista en los países de Europa del este nos deja “huérfanos de alternativas” modelísticas reales para exponer. La realidad cubana siendo positiva, no alcanza para definir un sistema alternativo. Apoyarse en China o Rusia como paradigmas es cerrar los ojos ante la realidad: represión, una concentración bárbara del poder económico (Los oligarcas como: Serguei Narishkin, Alexander Bortnikov, Alexei Miller, Igor Sechin controlan grandes recursos económicos), se trata de los asesores de Putin. Que la familia Wen en China ha acumulado una gran fortuna durante sus funciones políticas desde los años noventa no es un invento del imperialismo nortamericano.

A todo esto se suma la carrera armamentista de ambas naciones y sus políticas expansivas imperiales. Ellos a pesar de su apoyo a Venezuela o Cuba, cosa que saludo, están lejos de ser un ejemplo de socialismo o democracia.

5. En general el debilitamiento de los partidos políticos que en muchos casos son claustros familiares (DC y la derecha) o existen en función de clientelismo político (PPD y PS)

El que muchos políticos, y volvemos al problema del individualismo, no entiendan la política como servicio sino como carrera, explica en buena medida el alto grado de corrupción en los partidos políticos. En Chile esto ha sido transversal con la excepción ética y moral del partido comunista. La incapacidad y falta de voluntad del sistema de partidos para enfrentar, sin vacilaciones, este tema aumenta el descrédito. Me parece de suma importancia, y a pesar de entender las políticas amplias de unidad, separar constantemente aguas dejando en claro las diferencias que marcan. Es complejo definir aliados estratégicos y aliados solo coyunturales, pero se hace una necesidad.

6.- Deterioro de la institucionalidad democrática y la pérdida de principios éticos en la gestión gubernamental y en los negocios privados.

7. No hemos sido capaces de crear identidad de clase en los sectores populares. Es curioso hoy los pobres sienten como estigma el serlo e independientemente del extremo grado de pobreza se definen como capas medias, emprendedores etc. Hay que asumir la responsabilidad política en esta situación. Es no solo inmoral sino morboso el que los pobres no se sientan o puedan definirse como pobres. No debemos olvidar que es precisamente la tarea de los partidos revolucionarios superar el estado de la o las “clases en sí” (existencia objetiva) La clase en sí no es necesariamente consciente ni revolucionaria, en algunos casos, y dependientemente de la ignorancia en la que la suma el estado explotador puede ser incluso reaccionaria. Cabe la autocrítica en no haber sido capaces de asumir el rol histórico de conductor.

“Sin teoría revolucionaria tampoco puede haber movimiento revolucionario”. Lenin, V. “Qué Hacer”(1902)

La conciencia se crea “desde afuera”, y esa es la tarea de los partidos o movimientos revolucionarios. Hay que discutir más, aprender colectivamente más, de lo contrario seguiremos perdiendo la batalla de las ideas, ideas que dan identidad y pueden convertir a los sectores populares en verdaderos bastiones revolucionarios. Junto a afinar nuestras ideas deberíamos aumentar nuestro talento tecnológico en el uso de las nuevas realidades digitales comunicacionales aumentando el talento creativo. Una buena idea muere si no es correctamente, “elegantemente” transmitida.

Por último, sigue siendo bueno recurrir a los clásicos del marxismo. Engels (lamentablemente algo olvidado) desarrolló el concepto “negación de la negación” como tercera ley de la dialéctica. Por negación de la negación se entiende algo simple, el desarrollo de las nuevas ideas nunca parte de cero, se trata solo de ir negando lo que la práctica, también la práctica revolucionaria, ha demostrado como falso o impracticable “La ley de la negación de la negación es una de las leyes fundamentales de la dialéctica. Cada fenómeno, siendo internamente contradictorio, lleva implícita su propia negación. En él luchan lo naciente y lo caduco, lo nuevo y lo viejo. La negación de lo viejo no significa, sin embargo, una mera y vana negación, un simple rechazo de todo lo viejo, como lo interpreta la metafísica. “En la dialéctica, negar no es simplemente decir que no, o declarar que una cosa no existe, o destruirla de un modo cualquiera” (Engels Anti-Dühring en http://www.filosofia.org/enc/ros/engels.htm)

El deber de la izquierda, los sectores progresistas, en especial la juventud es aprender más rápido que las clases dominantes, desafío extremadamente difícil pero necesario si aceptamos que la ideología dominante en una sociedad es siempre la ideología de la clase dominante.

El aprender parte por ser muy críticos. Debemos entender que donde crece la estupidez, el anticomunismo, las actitudes ultras, que en algún momento definimos como “la enfermedad infantil”, es mayor cuando el cuerpo es débil o no ha creado anticuerpos para resistirlas.

Es muy humano buscar las razones o explicaciones, para todo fenómeno criticable, fuera de nuestra conciencia o nuestro rol u organización. A veces no entendemos, que no todo se explica por causas exógenas sino en su relación de interdependencia con razones, explicaciones, de carácter endógeno. Una de nuestras mayores tareas, ser críticos con nuestro propio desarrollo y trabajo.

Pedro Crovetto

Bochum 20.03.2020

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